El Congreso de Inteligencia Emocional que se celebró en mayo en Zaragoza, suscitó el interés de numerosos profesionales que trabajan o se relacionan de alguna manera con FAIM; las emociones y su manejo están muy presentes en las realidades con las que trabajamos y en el papel de los educadores. Por eso, la Fundación tuvo además una presencia importante en el Congreso con la celebración del simposio "El papel de las emociones en las expresiones de violencia intrafamiliar".
En la jornada, nuestros colaboradores Eva Bach y Ángel Estalayo, y el psicólogo Raúl Gutierrez, ofrecieron su visión del manejo de las emociones y su influencia en el desarrollo de conductas violentas en el seno de la familia, desde las perspectivas del menor, de la familia y del profesional que les acompaña.
Nuestro compañero, el educador social Javier Llorente, ha querido colaborar con este blog haciendo un repaso de lo aprendido aquellos días. Os dejamos con sus palabras.
"Los días 21, 22, 23 y 24 de mayo
de este año pudimos disfrutar en Zaragoza del II Congreso Internacional de
Inteligencia Emocional y Bienestar.
Los primeros días nos fuimos
ubicando los asistentes en la Facultad de Educación disfrutando a nuestro gusto
de talleres monográficos de distinta naturaleza y docencia, donde se mostraba lo último en Inteligencia
Emocional aplicada a varios mundos de la educación, de la empresa, de la
familia, las nuevas tecnologías...una variada muestra de lo extendida y lo importante que está ya la educación de
las emociones en nuestra sociedad.
Cambiamos en el ecuador del
Congreso de espacio para ubicarnos los
oyentes y ponentes al Edifico de Ibercaja y Edificio Pignatelli donde fuimos
alternando la escucha y el trabajo de diferentes profesionales en las
Conferencias y comunicaciones.
Nos sorprendieron y deleitaron
los expertos con lo último en modelos teóricos de Inteligencia Emocional, que
nos definen y nos miden la influencia de tener una buena IE a todos los niveles
de la vida, incluso en lo físico. Demostrándonos en este aspecto el desarrollo
cada vez mayor de técnicas como
Mindfulness y Terapias Corporales que se aplican en ámbitos donde antes
era impensable y que ofrecen grandes resultados.
Vimos experiencias diarias
vividas en colegios, en empresas, en
nuestro día a día donde se trabajan técnicas que mejoran y ayudan en el día a
día a relacionarnos mejor con nuestros congéneres, a relajarnos en espacios y
en momentos en los que no estábamos acostumbrados.
Escuchamos de primera mano el
funcionamiento de proyectos como "Aulas Felices" o Programa
"VERA" que diseñan, aplican y evalúan programas de inteligencia
emocional en alumnos de infantil y de Primaria. Programas como
"Dulcinea" que se preguntan si es posible educar las emociones en los
adolescentes.
Como no puede ser de otra manera
Ángel Estalayo, Eva Bach y Raúl Gutiérrez nos dejaron con la boca abierta en el
diálogo que mantuvieron en el Simposium "El papel de las Emociones en las
expresiones de violencia intrafamiliar", donde nos desgranaron las claves
del fracaso de algunas relaciones familiares, nos hablaron del impacto
emocional que se sufre en una familia donde las relaciones son violentas y nos
enseñaron a tener una mirada mas profunda y a "girarnos a mirar de nuevo"
a esas familias que sufren la violencia en su día a día.
Y desde luego los profesionales
nos lanzaron grandes momentos de disfrute y de enseñanza a los educadores,
profesores, orientadores...y todos los que allí estábamos poniendo interés en
aprender mas sobre inteligencia emocional.
Nos enseñaron a que nosotros como
responsables de nuestros puestos, debemos hablar de nuestro trabajo como
"la misión", no como una tarea a realizar por dinero.
Nos recordaron que la felicidad
depende de uno mismo y está en uno mismo, que a veces la usamos de forma
egoísta. Crecemos y aportamos de forma recíproca con el grupo que vivimos y nos
relacionamos. Y que tenemos la responsabilidad de comunicarnos de forma
positiva e influir bien en los demás.
Como recuerdo final del congreso
dejo unas frases de Francisco Mora Teruel que nos recordó que nada se puede
aprender mas que aquello que se ama y que debemos hacer curioso lo que
enseñamos y para ello tenemos que romper los esquemas de la percepción del
individuo".
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